jueves, 9 de agosto de 2012

Despertó la pereza.


Y esta es una de las cosas malas que tiene el verano. Bueno, no es que sea una cosa mala, es muy mala… ¡la peor!

El calor este espantoso que hace no te deja hacer nada. Solo tienes ganas de despertarle lo más tarde que puedas, alargando siempre la separación todo lo que puedas con la típica frase de “una chispitina más” (he ahí una más de mis palabrejas, jijii) y cuando al fin te encuentras con las fuerzas suficientes para levantarte, al pasar un simple ratito solo piensas en las horas que quedan hasta que tu amorosa cama te reciba de nuevo en sus “brazos” o sábanas en este caso.

Es horrible.

Siempre cansada.

Pero ¡no podemos permitirlo! Que ahora es precisamente cuando tenemos tiempo para hacer todas esas cosas que hemos tenido que dejar apartadas durante todo el año ya sea por falta de tiempo o por las razones que quieras poner.

No hay tiempo para dormir.


Es tiempo de salir con los amigos.

Tiempo de pasarte las noches en vela pensando en las musarañas.

Tiempo de tumbarte en el césped y mirar una lluvia de estrellas que empieza a las tantas de la mañana (y en realidad sabes que no vas a ver ninguna, jajaja)

Tiempo de leer todos esos libros que se apilan al lado de tu mesita de noche.

Tiempo de divertirte.

Nada de dormir. Ya tendremos tiempo de eso cuando estemos muertos (sé que es un podo radical, pero es la pura verdad).

Pero es que nuestra cama tiene una especie de imán que nos atrae y que después no nos deja irnos… ¡pero nos tenemos que resistir!

¡No caigas en la tentación!

Dicho queda.

3 comentarios:

  1. Tienes razón, pero vencer a la vaguería es muy complicado.

    ResponderEliminar
  2. Llevo toda la ola de calor cayendo... a ver si me rebelo ya! ;)

    ResponderEliminar
  3. Ánimo a los dos que seguro que lo conseguisteis :)))

    ResponderEliminar