He tenido la suerte de conocer a
lo largo de mis años de vida, a muchas personas de este tipo.
Son los llamados por aquellos que
no les entienden “raros” y, según mi opinión, son los mejores de todos.
Tienen corazones tan grandes que
no les caben en el pecho y, por eso, en ocasiones pueden llegar a parecer
tontos y algunas personas se pueden aprovechar de ellos. Te ayudan más que
nadie en cualquier cosa… siempre están ahí.
Y así, despistadillos míos, como
ya he dicho más de una vez, la lista de cosas a comentar es prácticamente
infinita pero tampoco pretendo escribir una enciclopedia especializada sobre el
tema… Jajaja.
Estas ediciones limitadas son las
mejores del mundo pues ya hay copias de copias de copias repartidas por el
camino.
Personas originales y diferentes:
esto es lo que se necesita.
Diferentes enfoques, diferentes
ideas, interpretaciones y formas de vivir la vida.
La cuestión es no caer en la
monotonía (¡que es lo peor!).
Menos calcamonías y más
diversidad, que a mi muchas veces llega un momento en el que me dan ganas de
cerrar los ojos e ir a tientas solo para no ver tantos duplicados juntos
paseando a mi lado.
A pesar de la presión de la
sociedad, nunca intentes ser el doble de nadie. Ante todo la originalidad y si
un lunes loco te despiertas con la idea de ponerte mechas verde pistacho,
¡adelante!
Dicho queda.