¿Cuántas veces pensáis que me he quedado con las ganas de
hacer algo que quería hacer por su culpa?
Muchas. Bueno, más bien eso es quedarse corto, pues la
verdad es que ha sido cientos de veces.
No entrar a las tiendas por tener que ir sola.
No pedir cosas en la cafetería.
No poder hablar con gente con la que no tengo suficiente
confianza…
Si no me creéis, le podéis preguntar a cualquier persona que
me conozca pues es la cruda realidad.
¿Pensáis que me gusta ser así?
¿Ponerme roja en cuanto
alguien me habla?
¿Qué se me trabe la lengua?
Pues no.
En ocasiones puede resultar divertido pero llega un punto en
el que ya te agobias tanto a causa de eso que lo pasas realmente mal.
Poco a poco lo voy intentando cambiar, pero es muy
complicado.
La gente que no es así no lo comprende y no entiende cómo es
posible que, por poner un ejemplo, te dé vergüenza pedir una Coca cola en una
cafetería.
Las personas a las que les pase coincidirán en mis opiniones
porque, damas y caballeros, la vida es así.
Como se suele decir, "unos tanto y otros tan poco" (refiriéndome
a lo de las timideces, claro está)
Animo a todos y, puede que en algún momento de nuestras
vidas, logremos solucionar este pequeño problemilla que más de a uno puede que
le quite algo el sueño.
Dicho queda.
ains, cuánto te entiendo... a mí me pasa lo mismo! =(
ResponderEliminarpor cierto, te sigo el blog ^^
Somos unas incomprendidas!
EliminarMuchas gracias por seguirme :)