martes, 8 de mayo de 2012

Pequeños placeres de la vida que me hacen feliz II

El domingo por la noche, mientras volvía en bus a mi piso de estudiantes para iniciar de nuevo una semana que sería igual o más horrenda que la anterior (me inclino más hacia lo de horrenda por culpa de un examen que tengo el viernes....), no pude evitar pensar una cosa al mirar por la ventanilla: lo muchísimo que me gusta dirigir mi mirada hacia el horizonte cuando ya prácticamente  el sol se ha escondido del todo. 

Todo se ve a oscuras pero, sin embargo, en esa zona en la que la luz del sol se niega a desaparecer, el cielo se ve más claro. Entre azul marino, amarillo y naranja, con las nubes alargadas alrededor perfectamente ordenadas como si alguien las hubiese puesto en el lugar preciso.


Y las lucecitas de la ciudad... que en la lejanía se asemejan a un mar de luciérnagas .

Sé que puede parecer una tontería, pero esta es una de las estampas que más me gusta ver.

Dicho queda.

4 comentarios:

  1. ami lo que mas me gusta ver es la luna llena..asi que te entiendo i no es un tonteria bss

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    1. Gracias :) una se alegra de encontrar a gente que la entienda ^^

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  2. Uy! A mi me pasa justamente igual que a ti :D, me encanta esa sensación de ver luces por las ciudades. En los viajes por la noche cuando no puedo dormir me encanta hacerlo :)

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