jueves, 1 de diciembre de 2011

Por esas noches en las que la Luna parece que te sonríe...

Esos momentos en los que miras al cielo y tienes la sensación que la Luna es solo para ti, que puedes alargar la mano y cogerla, guardarla para poder coger un trocito de ella cuando sea necesario.

Esos momentos en los que sientes que te puedes comer el mundo, a pesar de que todo lo demás en tu vida vaya de mal en peor.

Momentos en los que simplemente te sientes bien, contenta por estar en tu piel y no cambiarías por nada del mundo.

Para nuestra desgracia (o por lo menos para la mía), estos momentos no son muy abundantes, pero no se… hoy a pesar de todo me siento genial. En estos momentos, el resto del mundo me da igual.

Soy yo contra el mundo.


En estos casos, me daría igual que el mundo se acabase mañana, porque, por una noche y aunque todavía no sepa muy bien el motivo, me siento FELIZ.

Mañana volveré de nuevo a mi asquerosa  y patética vida, pero ahora, francamente querida, me importa un bledo”.

Ahora que lo pienso… igual el agua que he bebido esta tarde llevaba algo…

Dicho queda.

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