martes, 6 de diciembre de 2011

Veladas...

Hay ocasiones en las que te lo estás pasando tan sumamente bien que lo único que deseas es que el momento no acabe nunca.

Eso es lo que me ha pasado a mí esta noche pasada.

Tampoco se necesita mucho: Un lugar de reunión, unos cuantos amigos, juegos de Mesa, una PlayStation con los juegos Rock Band y SingStar…

Con eso ya lo tenemos todo, todo lo necesario para tener una noche perfecta.
-Una velada tan llena de risas que por la mañana aún te duelan las costillas.
-Una velada de afonías y gallos entre los que destacaron algunas voces de verdaderos artistas, nada de aficionados.
-Una velada aporreando tambores y guitarras con el único propósito de que la canción no termine.
-Una velada con fotos y videos.
-Una velada con alguna que otra comedura de cabeza.
-Una velada con sorpresas que nadie en absoluto esperaba.
-Una velada con ocurrencias verdaderamente inspiradoras.
-Una velada con bambis diabólicos que asustan en las puertas.
-Una velada con pies congelados, mantas y ventanas abiertas…

En definitiva, una noche entre amigos. Un momento en el que ya te da igual que al levantarte te vean con los pelos de loca con los que sales de la habitación o que lleves el maquillaje algo diferente a antes de dormir (por decirlo de alguna manera).


Porque son eso, amigos. Uno de los mejores regalos que puedes tener…

¡Y espero que siga siendo así por muchos años!


Dicho queda.

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